Algo ahí me decía: “Escuchame y vivirás todo conmigo”.
Y escuché.
Lo cómico y lo provocador.
También lo sórdido.
Y una especie de escapada de murciélagos frenéticos.
Pensé lo que le costó escribir todo eso. A Beethoven.
jueves, 17 de diciembre de 2009
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